I. Poda de producción.

Bibliografía consultada:

HIDALGO, L., 1993. Tratado de viticultura general. Ediciones Mundi-Prensa. 983 pp.

HIDALGO FERNANDEZ-CANO, L., 1997. El modelo chileno para la producción de uva de mesa de la más alta calidad. Viticultura/Enología Profesional, 50, pp. 48-52.

M. CACERES, E., 1996. Uva de mesa. Cultivares aptas y tecnología de producción. E.E.A. SAN JUAN, CENTRO REGIONAL CUYO. Argentina. 81 pp.

MUÑOZ HONORATO, I, 1990. El cultivo de la uva de mesa en chile. Algunos antecedentes de manejo. Viticultura/Enología Profesional, 11, pp. 36-41.

NOGUERA PUJOL, J., 1980. Viticultura práctica. Ediciones Dilagro. 370 pp.

PEREZ CAMACHO, F, 1992. La uva de mesa. Ediciones Mundi-Prensa. 153 pp.

REYNIER, A., 1995. Manual de viticultura. Ediciones Mundi-Prensa. 407 pp.

PASTENA B., 1990. Trattato di viticoltura Italiana. Edizione Agricole, 961 pp.

TORREGROSA MIRA, A., 1997. Uva de mesa. Mecanización del cultivo de la uva de mesa. Cuadernos de Fitopatología. Revista de fitopatología y entomología, pp. 9-14.

Hojas divulgativas:

LOPEZ ANDREO, J.R., 1999. Labores culturales realizadas en uva de mesa. Conducción en parral.

Una vez pasada la fase de formación de la cepa, la plantación entra en su fase de producción o de cultivo, y cada año se han de realizar las tareas propias de la poda de producción.

En primer lugar, con la poda de producción se controla y mantiene la forma de cepa; y en segundo lugar, se determina la carga productiva o número de yemas latentes a dejar. Aunque dos aspectos importantes, el más interesante es el segundo.

Cada variedad posee unas características genéticas de fertilidad y vigor, a la vez que el sistema de conducción y marco elegidos le proporcionan una capacidad de expresión vegetativa y productiva, más o menos amplia. La carga óptima se consigue con una poda tal que el número y la longitud de los sarmientos dejados concuerde con la fertilidad, vigor y capacidad de expresión productiva de la cepa.

Existe una regla para averiguar la carga óptima a dejar. Consiste en comparar la carga obtenida el año anterior (C) y el número de sarmientos desarrollados (N), sí N=C, se opta por mantener la carga anterior, sí N<C, se debe aumentar la carga, y sí N>C, habrá que disminuirla (REYNIER, A., 1995).

Un aspecto muy importante de la poda de producción, y que está a su vez relacionado con la carga, es la fertilidad de las yemas. La fertilidad de las yemas a lo largo del sarmiento es cuantitativa y cualitativamente diferente según cada variedad, puesto que es un carácter propio de cada una. Por lo tanto, la fertilidad es de vital importancia, tanta, que según el número de yemas dejadas en el sarmiento, se establecen los distintos tipos de poda (PASTENA B., 1990): cortas, con pulgares de 2 a 3 yemas, medias, con varas de 4 a 7 yemas, largas, con varas de 8 a 10 yemas, y muy largas, con 10 a 15 yemas.

La época de realización de la poda es durante todo el período de reposo vegetativo, desde 2 a 3 semanas después de la caída de las hojas hasta la última semana precedente al desborre (REYNIER, A., 1995).

La poda, tal y como se ha entendido desde antiguo, debe ser efectuada por personal especializado puesto que de su correcta realización dependerá la producción y longevidad de la cepa. Su mecanización es muy compleja, dada la alta especialización que necesita, por lo tanto es una tarea que se realiza a mano, con ayuda de tijeras especiales.

Tras podar es necesario retirar los sarmientos que quedan cogidos, mediante sus propios zarcillos, o mediante cintas, esparto, u otras ataduras a los alambres, y dejarlos en las calles. Posteriormente hay que eliminar los restos de poda de las calles, para que no molesten en las sucesivas labores que se realicen en el cultivo. Para su eliminación existen varias opciones (TORREGROSA MIRA, A., 1997): retirar los restos mediante la ayuda de un apero especial acoplado al tractor, triturar los restos de poda en el suelo con ayuda de una trituradora mecánica acoplada al tractor y por último empaquetarlos.

La retirada es la forma más utilizada y económica de eliminar los restos de poda.