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Las instalaciones accesorias contempladas en este apartado son las mallas permeables antigranizo y las cubiertas impermeables para la creación de microclimas.

6.10.1. Mallas permeables antigranizo.

Solamente existen dos sistemas para la protección del cultivo ante el granizo: asegurar la cosecha o utilizar mallas antigranizo. Bueno, existe un tercero, y es la utilización de proyectiles con yoduro de plata para diseminar las nubes sospechosas, aunque no goza de muy buena opinión.

Las mallas antigranizo se fabrican normalmente en PE, de color blanco a transparente y con diferentes grosores. Además de proteger frente a las granizadas, es causa de influencia importante sobre: las condiciones de producción, la temperatura, el viento, los fitosanitarios.

Condiciones de producción. Modifica las condiciones de producción en la medida en que se produce un cambio en el microclima del cultivo, aunque los efectos sobre los productos obtenidos, son casi imperceptibles.

Temperatura. Se han observado las ventajas de las mallas contra heladas debido a la formación de escarcha sobre las mallas y a la ganancia de 0,5 a 2 ºC, comparado con el espacio abierto (GARNAUD J-C., 1998).

Viento. Existe un claro efecto cortavientos cuando se utilizan mallas (GARNAUD J-C., 1998).

Fitosanitarios. La reducción de la velocidad del viento tiene un efecto positivo sobre la calidad de la pulverización de los fitosanitarios.

6.10.2. Cubiertas impermeables.

Se trata de cubiertas plásticas impermeables; normalmente su material de fabricación es el PE, de color transparente o cristalino; se presentan en varios grosores. Dependiendo del grosor del material plástico, las cubiertas pueden cumplir también con el cometido antigranizo, o pueden ser un complemento de las mallas antigranizo, ya que éstas pueden ser impermeabilizadas con ayuda de láminas plásticas impermeables.

Estas cubiertas crean un microclima idóneo para el cultivo, principalmente gracias al efecto invernadero y a la mayor difusión de la luz que con ellas se producen.

Efecto invernadero. Atenúa las temperaturas máximas y mínimas, aumentando el confort climático del cultivo, mejorando así su crecimiento general y calidad.

Mayor difusión de la luz. Permite que la cepa quede mejor iluminada, aumentando su actividad química y favoreciendo la precocidad y producción de los frutos.

Por lo tanto proporcionan una serie de ventajas sobre el cultivo, tales como (LOPEZ ANDREO, J.R., 1999): mayor fertilidad de las yemas, mayor cuajado, mayor producción, mejor asimilación de nutrientes, adelanto de la maduración, y mayor tamaño y peso medio de las bayas.